-Página Editorial Revista SDOT No 9-
La atención primaria es una necesidad, en todo sistema de salud que se implemente con seriedad, en cualquier sociedad moderna. Lamentablemente,nuestro sistema de seguridad familiar de salud ha sido torcido por las pasadas autoridades gubernamentales para el beneficio exclusivo de las ARS, de las cuales, muchos funcionarios gubernamentales y partidistas son principales accionistas.
Los dueños de clínicas están en contra porque los pacientes deberán ir primero a los centros de atención primaria, de donde, podrán ser referidos a sus clínicas. Ellos están muy claros, saben que habrá una merma significativa en las emergencias, en donde una gran cantidad de pacientes acuden a buscar atención por padecimientos que no son emergencias, sin embargo son atendidos como tales y las clínicas los cobran como emergencias. Es lógico que ellos protesten.
Por otro lado, y sobre todo al inicio, también las consultas de los especialistas se verán afectadas. Sin embargo, esta situación propiciará que una porción de pacientes asegurados, de clase media y media alta; opten por visitar al especialista que gusten, aún prescindiendo de su seguro. Esto, sin lugar a dudas,beneficiará a los especialistas quienes también se beneficiarán cuando los pacientes sean tratados conservadoramente en exceso y en consecuencia, los casos insuficientemente tratados, o casos inadecuadamente tratados, cuando lleguen al especialista; ya serán de criterio quirúrgico a causa de ese manejo conservador prolongado. Es lo que ha sucedido y sucede en todo sistema en donde la privatización del servicio es lo puntual y no la salud del paciente.
¿En dónde estará el verdadero peligro? Estará en la probabilidad de corrupción que se pueda dar entre los propios médicos. Ejemplo: los CAP(Centros de Atención Primaria) deberán emplear a médicos generalistas, médicos de la familia. epidemiólogos e internistas. Estos médicos empleados, podrán ser corrompidos por las ARS quienes gratificarán a aquellos que retengan la mayor cantidad de pacientes.
También, por la cultura de “lo mío”, se podrá dar la asociación entre el especialista de la clínica privada y el médico que recibe y difiere a los pacientes en los CAP. “Si te mando los pacientes de ortopedia a ti, ¿me sacas lo mío?”. Podríamos hablar de métodos de control para todo eso y ninguno será tan efectivo, como luchar por eliminar el negocio de las ARS y luchar por la existencia de SENASA como aseguradora de salud universal y que las ARS privadas entren al sistema solo como seguros complementarios.
Luchemos por enderezar el sistema de seguridad familiar de salud, despojarlo de todos los entuertos que le han inyectado aquellos a quienes solo les interesa el dinero sobre la salud de nuestra sociedad.
Esa debería ser la principal lucha de nuestro Colegio Médico Dominicano; la lucha por tarifas más justas para los médicos, por un sistema familiar de salud pleno, sin entuertos ni engañifes, por quitarles el control del sistema a las ARS y porque prime el SENASA como la principal ARS de todos los dominicanos y que la participación del sector empresarial sea colateral, es decir, de manera complementaria. En nuestro país existen 24 ARS y todos sabemos que solo 7 son realmente operativas. Debemos luchar por la despolitización de la dirección de SENASA, SISALRIL y de todas las instancias administrativas que de una forma u otra incidan en el Sistema Nacional de Salud.